A lo largo del tiempo, muchas costumbres se
han ido quedando atrás, esto debido a que las propias personas han adoptado
nuevas maneras de celebración, comportamiento o creencia. Ante esto, apareció
una inusual forma de celebración en un evento donde llegaron payasos,
bailarines, arlequines y demás personajes con globos, pitos, matracas,
serpentinas entre otras cosas de fiesta. Así es, se impuso la moda de la hora
loca”. A partir de ahí se destinó la hora loca para
matrimonios, para cumpleaños, para bautizos, etc. Cada una con un tema diferente pero siempre, el
mismo objetivo, divertir al público.
Ahora bien, cuando recién se estaba
adoptando esta forma de celebración tan explosiva, las personas que no estaban
acostumbradas a shows donde te
encontrabas con gente en zancos o con la cara pintada saltando al compás de la
música y con asombrosos movimientos corporales propios del ritmo, no veían con
buenos ojos tener específicamente una hora
loca para matrimonios. No obstante, eso solo fue al inicio y no en todas
las reuniones ya que en diferentes sectores de Lima la “hora loca” logró
posicionarse de manera sorprendente, tanto así que hasta las más reconocidas
discotecas del Perú integraron a su playlist estos 60 min de música variada.
De esta manera, se inició un nuevo “boom”
en las fiestas, discotecas y reuniones. Asimismo, diversas empresas – ni cortas
ni perezosas- integraron a su paquete de bodas la opción de hora loca para matrimonios, seguida de
los personajes a elegir y también el tipo de música que irá durante 1 hora y
los elementos que se usarán para ofrecer a los invitados, como por ejemplo:
pitos, matracas, silbadores, pequeñas bombardas, etc.
Por último, hemos sido testigos de los excéntricos
gustos que tiene la pareja de recién casados y mencionamos esto porque en
algunas bodas, los novios no suelen seguir el típico orden nupcial sino muy por
el contrario, tienden a hacer de su gran día una fecha inolvidable para ambos,
lleno de los detalles, música, decoración y hasta el buffet que ellos han
elegido, todo derivado de sus propios gustos, que desean compartir con todos
sus invitados.